Por Antonio Cabrero Díaz
Hola amiguitas y amiguitos de PBdigital aquí estamos otra
vez. Hoy comienzo mi sección con una futura mala noticia, y es que este blog
como tal desembocará en una más que posible desaparición.
Las razones son evidentes, y yo las entiendo perfectamente.
El autor de la página no tiene ganas de seguir con la idea, y cree que lo hecho
hasta ahora es suficiente para él.
Yo creo que PBdigital es necesario, y es una excelente idea,
pero comprendo que su creador este cansado del asunto y quiera tomarse un
tiempo para refrescar la mente y las ideas, o simplemente un descanso
indefinido.
Haga lo que haga José Manuel este que escribe siempre le
apoyará al máximo y estará a su disposición para lo que necesite. Su trabajo
desinteresado por el bien del pueblo y de sus vecinos, en estos tiempos
capitalistas e inhumanos que corren, es digno de elogio y de una enorme
admiración, a lo que solo puedo añadir, ¡MUCHAS GRACIAS CHEMA!
A continuación, evitando que la ternura acabe con la dureza
de mi tez marcada, Sin más, esperando
que les guste, y que les disguste, les dejo con:
GUASA P
A Iván “muñeco” y a Kalo, que los tienen a pares, y a
Alberto “chimildé” y Elena “canaria”, que para no ser menos tienen tres, para
que enseñen a sus hijos a amar la LIBERTAD.
Estoy en el cocodrilo, bar de rock del cantante de Burning,
con un amigo, viendo como al Madrí le dan un meneo unos alemanes que visten
inspirados en la abeja Maya.
Acaba la primera parte, el camarero sube el volumen de la
música y baja el de la televisión, es el mejor momento para disfrutar de lo que
suena, o de lo que te tenga que decir el que comparte unas confidencias y unas
cervezas contigo.
De manera sorprendente reina el silencio, nadie habla, nadie
escucha. Desactivo el sentido del oído y pongo en marcha el de la vista, y
compruebo que las fotos del grupo siguen colgadas en las paredes a la par que
los cerebros de los que me rodean están ensimismados por unas pequeñas
pantallas que emiten letras acompañadas de fotos. ¿Qué está pasando?
El Jou no me mira pero se lo esta pasando en grande, el
resto continua sin hablar pero disfrutando de la misma manera que mi
acompañante. No es un sueño, ni una película de zombies, es la realidad que
trae los inventos de última generación.
El nombre del nuevo invento, que ha dejado la capacidad de
lavar el cerebro de la televisión a la altura del betún, es muy difícil de
pronunciar pero muy fácil de utilizar. Es una nueva tecnología, que bien
utilizada puede ahorrarnos mucho tiempo y facilitarnos las tareas, pero no esta
diseñada para eso, y sí para que pensemos menos y no intercambiemos opiniones y
comunicación. Esta diseñada para que nos alejemos de la buena educación, para
que tiremos a la basura la creatividad y el debate, y para que la diferencia de
pensamiento sea un recuerdo de gloriosos tiempos pasados.
El reproductor de música no quiere permitir que esto ocurra,
y lanza a través de las ondas las letras de Barón Rojo al aire,”la gente se
escuda en su capa de hormigón, vivimos en el reino de la INCOMUNICACIÓN”, ¡qué
gran canción!, treinta años y sigue de vigente actualidad, y es que el rock por
mucho que se empeñen los que nos manipulan y mandan, aparte de ofrecernos
calidad interpretativa, nos ofrece calidad de cavilación, y capacidad de
denuncia y de respuesta.
Mientras observo el tesoro de mi amigo en sus manos, pienso
que tengo que escribir un artículo para PBdigital, y ahora más que nunca. Debo
intentar que mis palabras hagan magia y que animen a su director a seguir con
lo que tan bien ha hecho hasta ahora, pero lamentablemente no se me ocurre
nada.
En mi cabeza se repite la misma cantinela, “es necesario, es
necesario, es necesario, PBdigital es necesario”, gran frase de otro amigo que
es más incisiva que la capacidad de repetición de una ametralladora. No hay
manera, necesito ayuda, y pregunto a más gente, a más amigos, los pido, les
suplico que me den motivos, ideas, o dolores, con lo que poder hacer mi
colaboración semanal. A nadie se le ocurre nada, a nadie se le ocurre pensar, a
nadie se le ha encendido la luz que esta apagada por el destello de la pantalla
de su móvil.
Me incorporo del taburete, grito al que tengo enfrente, “¡ya
lo tengo!, whatsup, o algo así se escribe”. No domino los malditos términos
anglosajones, que más da, ese es el tema.
Uno se levanta por la mañana y cuenta a su grupo de amigos
que a su niño se le ha caído un diente. Otro hace una foto de un mono humano
comiendo cereales acompañando con un chiste. Uno de más allá comenta cada
minuto y cada anécdota del partido. Y otro de más acá escribe con gran rapidez
que Ignacio González es un hijo de puta.
Son palabras e imágenes vacías, sin corazón, representan
máquinas y no personas. Cumplen su función, consiguen que no nos enteremos de
nada porque estamos muy ocupados por lo intranscendental.
Mientras los derechos de todos se van esfumando por la
alcantarilla del robo descarado, nuestro tiempo, y nuestra vida se quedan
atrapados en números y teclas que solo existen en nuestra imaginación.
Ha terminado el partido, vuelvo a mi barrio, y un colega me
dice que si tuviera “guasap” sería más fácil comunicarse conmigo. Yo me sonrío,
y le contesto que a mí “guasa” me sobra en todos los sentidos, y que para
comunicarse con la gente no hacen falta robots, solamente tener ganas y
utilizar un poquito la cabeza, a no ser que en estos momentos lo que nos mueva el corazón no sean los latidos del
mismo y sí el tic tac del reloj.
Mira que eres bueno, dedicarselo a Alberto tu buen amigo de Usera. Qué lástima que Paco no esté por las mismas, jajajajaj
ResponderEliminarHasta pronto Piedrax por correo electrónico y sin guasa
Por cierto el TOulouse se clasificó ayer para las semis del Top 14