LISBOA,
NUESTRA VECINA “LA DESCONOCIDA”
Bueno paisanos, allá vamos con la última entrega de la
Trilogía “Cuchareros por Lusitania”, os dejamos con su capital, Lisboa.
Cuando todos pensamos en
ciudades europeas o mundiales nos vienen a la mente destinos tan sugerentes
como New York, Paris, Londres o Roma… o también Berlín, Praga, Venecia,
Florencia, Viena… Pero… y Lisboa???? Nos
llama la atención ¿¿¿¿???? Diría yo que casi
nunca… pensaríamos… con todo lo que hay que ver… pero si está aquí al lado…
pues si hombre, a esos portugueses voy a ver yo… Y es verdad, poniendo detallado las preferencias
de los viajeros, seguramente Lisboa aparecería más allá de la núm. 20 en mostrar
cierto interés en conocerla.
Sinceramente, a día de hoy, y con lo que ha cambiado la ciudad, según mi
opinión estaría muchísimo más adelante: por bella, por singular y bohemia,
porque tiene salida al mar, por cosmopolita y abierta y, evidentemente y algo
muy importante, por económica… que en la
situación que nos encontramos desde luego nos ayudará a posicionarla entre las
primeras.
Esta capital es fácil de
visitar, de orientarse, muy cómoda y a 5 horas en coche o 1 h en avión desde
Madrid, con lo cual un finde normalito te puede salir fenomenal de precio y
sentirás ese halo bohemio que desprende tanto la ciudad como sus gentes… y que
coño, que es bonita, que os gustará mucho.
Como os decía, yendo en
avión, barato y cómodo, podréis llegar desde el aeropuerto en metro al centro en tan solo 40 min y por
1,40 eur, no esta mal, no??? Aquí os recomendamos que pongáis vuestro centro de
operaciones en la Zona de Marqués de Pombal.
Vamos ello…
Plaza do comercio |
Mirando un plano de la
ciudad normal, totalmente al Sur, junto a la desembocadura del Tajo, podréis
trazar un triangulo prefecto y será el centro de Lisboa y todo lo que visitar.
La cúspide de ese triangulo sería la Plaza Marques de Pombal, el Nuevos
Ministerios de Madrid, centro financiero de la capital y donde se concentran
todos los hoteles con mejor relación calidad-precio y situación. Desde aquí a la Plaza del
Comercio, en la base del triangulo… 30 min a pie o 10 en metro y, aunque todo
el camino es en pendiente hacia el mar, en continuo descenso, no os parecerá
nada cansado, (para la vuelta me refiero) ya que iréis pasando por todo el
centro monumental de Lisboa. Por este animado recorrido pasareis por la Avenida
da Liberdade, enorme calle-boulevard rodeado de tiendas y hoteles, que nos
lleva hasta la Plaza de Restauradores, con lo cual ya estaréis en la zona
Baixa, llena de estupendos restaurantes o cafeterías donde degustar el café
lisboeta. Apenas a 50 mt, está la Plaza el Rossio (con su fantástico Teatro
Nacional) y junto a ella la Plaza da Figueira, también muy animada, con una calle, peatonal, totalmente
directa que nos lleva hasta la Praça do Comercio, y por ende, al Tajo.
Tranvía 28 |
Indispensable, por su
recuerdo imborrable es dar un paseo en el Tranvía 28, a la antigua usanza, que
fundamentalmente ha quedado como reclamo turístico, aunque sirva como
excepcional medio de transporte, pero que os sorprenderá por el espectacular
recorrido que hace en más de 1h y por la la empatía que se llega a tener con
los propios conductores… es volver hacia atrás en el tiempo. Hay zonas donde
piensas que es imposible que pueda pasar, tienen que dar marcha atrás y por la
altitud que alcanza hay calles en continuo sube y baja la mar de divertido… una
pasada!!!. Aprovechando el Tranvía por
las interminables cuestas se puede visitar el Castillo de San Jorge, desde
donde tendréis, sin duda, las vistas más sobrecogedoras de la belleza de
Lisboa, así como del archiconocido Puente 25 de abril. Desde aquí, callejeando,
perdiéndose por sus calles entrelazadas podéis observar la Catedral, alejarse
un poco hacia el Panteón Nacional o caminar por su curioso Barrio de Alfama.
El otro punto alto, muy
accesible, de la ciudad, es el Elevador de Santa Justa, cuya función principal
es servir de acceso y enlace entre la Baixa y el Barrio Alto, o de Chiado, una
zona totalmente diferente al Lisboa turístico donde disfrutaremos de un
ambiente joven y dinámico, … puramente lisboeta, que os dejará muy
impresionados. Allí ellos lo llaman el Montamartre portugués, por su carácter
bohemio y alegre.
Vistas desde el Elevador de Santa Justa |
Para finalizar, como
opción monumental, en los alrededores de la ciudad, en un cómodo trayecto en
tranvía, se puede visitar el Barrio de Belem, totalmente ajeno al ajetreo de la
capital, donde tenemos 3 cosas indispensables… la Torre de Belem, fortificación
apostada junto al mar, el Monumento a los Descubridores, con espectaculares
vistas desde su punto más alto y el Monasterio de Los Jerónimos, sin duda un
conjunto arquitectónico religioso de gran valor. Como colofón, de camino de
vuelta, se puede realizar una parada lo más cerca posible del Puente 25 de
abril, de unos 4kms, con especial similitud con el Golden Gate de San Francisco
y desde luego una de las imágenes turísticas de Lisboa, cuya función es
comunicar la capital con el comienzo de la Costa de Lisboa dirección Coímbra. Desde
aquí se vislumbra un enorme Cristo Redentor que con sus brazos extendidos nos
invita a volver a repetir, y es que Lisboa, no te dejará indiferente.
Torre de Belem |
Lo dicho, una ciudad
moderna, bastante desconocida a nuestro modo de ver, dinámica y divertida… y
con muchas alternativas de ocio… ¡¡ descubridla !!, merecerá la pena.
Para la próxima semana…
volvemos a nuestro bello país… os invito a beber vino de Roja, os apetece????
Wayne no sabe posar sin apoyarse en Obelix?, porque al lado suyo se parece a Asterix. Me hubiese gustado verle como se agarraba en el 28 cuando va cuesta arriba!!! Un pseudo galo semejante que al no poder estar la semana que viene te pide que guardes una botellita de Rioja y nos la bebemos juntos donde tu quieras , las raciones son para mi. Por cierto, el café lisboeta es casi peor que el turco. Me quedo con un Nespresso ristretto en una terraza de la playa de Cascais. Por lo demàs muy bien narrado...
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