Hola
amiguitos de pbdigital, aquí estamos otra vez, hoy, sin que sirva de
precedente, voy a apropiarme de otra sección de este blog, y les voy a contar
las sensaciones que se experimentan y se reciben cuando se visita una ciudad
con magia, sin más, esperando que os guste, y sobretodo que os disguste, os
dejo con:
GRANADA
Dedicado
a la buena gente que camina, como Úrsula, una niña que he visto como ha crecido
hasta convertirse en una excelente mujer y mejor persona.
Después
de los disturbios acaecidos en Madrid la última semana de septiembre por las
protestas por las continuas agresiones sociales y económicas contra el
ciudadano, el grupo protagonista que estuvo en las mismas (uno de ellos en
concreto), decidimos irnos hacia el sur para despejarnos de tanta negatividad,
y reencontrarnos con una tierra que realmente engancha.
Los
tres mosqueteros aterrizamos en Al Andalus el jueves por la noche, dejamos
nuestros trastos (algunos tenían más que otros) en el Zaguán, hostal totalmente
céntrico y recomendable por la amabilidad y buen rollo del dueño que lo
regenta, y fuimos a tomar unas cañitas a la famosa calle Elvira, una por aquí,
una por allá, y como diría el viboviajero, con la castaña, más contentos que otra
cosa, a las cuatro a dormir.
A
la mañana siguiente, después de un descanso muy cansado, nos levantamos pasado
el mediodía (más tarde de los actos de
la fiesta nacional, la música militar nunca nos supo levantar, ni los himnos,
patrias, o banderas, es lo que tiene ser un ciudadano del mundo supongo), y
fuimos a tomar, de nuevo, unas cañitas a los bares de la calle La Nava (curioso
nombre verdad), una por aquí, otra por allá, y como diría el ídem, con la castaña, a las siete de la tarde a descansar.
Ustedes
dirán, ¡qué tipo más borracho!, ¿para eso hace falta irse tan lejos?, ¡pues
si!, y aunque lo que puedan pensar me importa lo mismo que lo que algunos
comentan del Rincón, se lo voy explicar, y es que como se puede deducir de lo
escrito anteriormente, la ciudad la hemos visitado más veces, por este motivo
el objetivo principal en este viaje era lo festivo por encima de lo cultural,
ya que en ocasiones anteriores dimos buena cuenta de catedrales, monumentos y
costumbres.
Retomando
la narración de nuestro diario, una vez llegados al hotel, veo un mensaje de
Chema, sí, el de pbdigital, diciéndome que estaba por allí con su cuadrilla,
Carlitos, Jaime, Chavi (anónimo escondido), Úrsula, Carol y Sonia. Que si
quedamos, que si no, que uno de mis compañeros quería rememorar el alterne por
los barrios de abajo, que si los otros tenían el alojamiento por allí, que
acabamos en la calle Pedro Antonio (perdónenme si el nombre esta mal pero iba
un poco perjudicado) todos juntos tomando cañas, los jóvenes se fueron a la una
a la cama, y los viejos seguimos un ratito más hasta las cuatro, ¿no me digan
que no hay embrujo en Graná?
Al
día siguiente, sábado, misma hora de levantarse, mismo desayuno de aceite,
tomate, zumo, y sí, ese día, después del cañeteo matutino reglamentario, por la
tarde al Albayzín, y a ver el atardecer frente a la Alhambra.
Allí
en San Nicolás (puede ser desde cualquier rincón de ese barrio) estaba yo, y
una vez más sin habla, aunque no se lo crean, sentado frente a esa alucinación
real que es la Alhambra, sintiendo que lo eterno, que la paz, lo verdadero, es
lo que transmite este increíble monumento (el cual he tenido la suerte de
degustarlo por sus adentros un par de veces).
Después
de la mística vino otra vez la juerga, otra ronda hasta las tres, breves sueños
que nos condujeron a la realidad de la mañana y al regreso, al desayuno
completo, a despedirnos del Sacromonte, Albayzín y la Alhambra, a ver a
Teresita (farruquita), la cual pensaría que soy bobo, o iba de empalmada, por
el bloqueo y ensimismamiento que me provocó su encuentro, por lo inesperado,
pero que despertó mi alegría, aunque fuese unos minutos más tarde del adiós.
Queridos
amigos este es el breve resumen de un viaje a una tierra, a una ciudad, que
provoca en mi la sensación de que hay algo distinto, algo bueno, que hace que
nos olvidemos de lo malo, y que desee, una vez que desaparezca, que parte de mi
ser acabe envuelto en al magia y la esperanza de ¡GRANADA!.
ANTONIO
CABRERO DÍAZ. TOÑÍN
Vaya tela... No os podeis ni imaginar en el estado calamitoso que nos lo encontramos el Viernes. Lo raro es que se acuerde que estuvo con nosotros jajajaja
ResponderEliminarPor cierto le debéis un GPS a Mario jajajajajaja
El Anonimo
Muchas gracias siempre es muy satisfactorio ver k alguien te aprecia y se acuerda de ti
ResponderEliminarUn saludo
Úrsula
Es que TOñin es también una buena persona. Mira que odio la envidia pero has despertado ese sentimiento en mí. Me hubiese gustado compartir algunas cañitas y esa admiración hacia la Alhambra.
ResponderEliminarY eso de LA NAva tiene h.....
Hasta pronto
Satur