Libertalia


Por Antonio Cabrero Díaz

Hola amiguitos y amiguitas de PB digital, aquí estamos otra vez. Parece ser que el nuevo nombre de la sección ha gustado a unos pero no a otros. Este que escribe siempre esta abierto a posibles sugerencias, al igual que a escribir sobre aquel tema o cuestión que a alguien le interese.
Antes de empezar el nuevo artículo de hoy quiero dejar constancia de la satisfacción que me ha provocado el hecho de que a Ricardo Sánchez Alonso le hayan concedido la plaza de bibliotecario. Es lo justo, pues ha mantenido la biblioteca en perfecto estado estos últimos años, y esta haciendo una labor seria e importante.

Hoy les voy a hablar de la importancia que tiene el apartado de esta página dedicado a las noticias de verdad, esas que no nos cuentan, y que se aproximan lo máximo posible a la auténtica realidad. Sin más, esperando que les guste, y que les disguste, les dejo con:


EL OTRO BLOG


En casa tengo varios libros en diferentes lugares, están a la vista para que yo les vea y ellos me vean a mí. Hay uno de novela mágica en mi habitación, otro de educación física en la de mi hermana, uno más de memoria histórica en la de mi padre, y otro en el comedor que trata de la verdad que no nos muestran, de cómo se mueve el mundo y quien hace que se mueva.
El planeta se rige por gente que lo domina de un modo egoísta, los cuales manejan a sus habitantes a su antojo, según les convengan a sus intereses particulares, que la mayoría de las veces son de carácter económico.

Nuestra televisión que proyecta un mundo irreal, y nos hace olvidar la verdad de las calles, nos ofrece, en diferentes cadenas, diferentes informativos. ¿Qué noticias nos cuentan?, ¿cuál es el criterio para seleccionarlas?, ¿cómo se transmiten?
Les voy a poner como ejemplo el trato informativo que se dio a la guerra de Irak. ¿Qué cobertura ofrecieron los medios de los distintos países?, ¿hubo alguien que contó la verdad de lo que estaba pasando realmente?, lamentablemente no.

Los medios de comunicación, en sus diferentes formatos, no están para contar la verdad, y sí para ganar dinero. ¿Cómo van a denunciar tal o cual injustita si los dueños de los mismos, y quienes los subvencionan, son los que cometen esas injusticias, y dominan el mundo?
En la guerra de Irak se nos dijo que había un dictador muy malo, que era una amenaza no sólo para USA, sino para la paz mundial, el cual tenía armas de destrucción masiva que ponían en peligro la supervivencia de la humanidad, y que la única solución era la intervención militar, después de haber sido consensuada y aprobada por mayoría en la ONU.

La verdad que no nos contaron es muy distinta. No nos contaron que Sadam años antes era muy bueno aunque cometiera terribles crímenes porque obedecía como perrillo faldero al tío Sam. No nos contaron que el ataque no era para defender a la humanidad sino los intereses económicos de la superpotencia. No nos hablaron con sinceridad para decirnos que la intervención se aprobó porque se compraron votos de países subdesarrollados. Y no nos dijeron que lo de las armas de destrucción  masiva era una mentira que no hubiera escrito ni el mejor guionista de Hollywood.
¿Qué hicieron los medios al respecto?, pues nada, ser cómplices con la farsa, dar noticias oficiales, narrar una masacre de civiles como si fuera la aventura de un videojuego, y ganar todo el dinero que pudieron.

La única opción que le quedó al ciudadano fue enterarse de la verdad a través de medios independientes; periódicos autogestionados, coordinadoras sociales, y blogs solidarios, como el que aparece en esta página, de ahí su importancia.

Tengo la certeza de que muchos lectores entran en PB digital y no reparan en “El Otro Blog” como se merece, porque puede parecer aburrido, triste y complicado. En realidad se están perdiendo una gran oportunidad de saber la verdad, o por lo menos una verdad distinta.

Ángel Sánchez nos ofrece un rincón para saber cómo, cuándo, y dónde, pasan las cosas, y porqué ocurren. Desde los negocios de las farmacéuticas, las multinacionales energéticas o de la alimentación, pasando por gobiernos corruptos, entes financieros y políticos, hasta llegar a temas de actualidad, como la crisis económica en la que estamos inmersos, y que denominamos “estafa”.

Reconozco que es mucho más atractivo el telenoticias de cualquier cadena, sea de derechas o izquierdas (como ellos mismos se denominan para atrapar a un cliente concreto). Cuentan con grandes medios, bonitos decorados, guapos presentadores, y suelen concluir con finales felices e intrascendentes, como la victoria de un equipo de fútbol, el tiempo que va a hacer, o la combinación ganadora del último sorteo de lotería que nos llevará a alcanzar ese mundo de ensueño al cual estamos predestinados.

¿Quién puede resistirse a tales encantos?, ¿quién no va a optar por este tipo de informativo?, ¿quién va a elegir El Otro Blog?

Una vez que la televisión me guiña un ojo, y me seduce con su sonrisa cuadrada, comienzo a soltar endorfinas, mi espalada va cogiendo la forma del sillón, y los libros esparcidos por la vivienda se hacen invisibles al instante. Las paredes cogen un tono rosa, y mis ojos se agrandan para recibir una ingente cantidad de información que mi cerebro jamás será capaz de procesar.
Antes de que salga el portavoz de las noticias marcadas mi imaginación vuela, y queda atrapada por tres palabras, que no son bonitas, son negras, que no tienen adornos, están desnudas, pero que contienen todo aquello que necesito y debo saber.

Repaso las hojas, recuerdo los temas, y de repente los muñecos que están dentro del receptor hablan de un asunto que mi memoria acaba de grabar justo esa misma mañana. Parece el mismo pero muy distinto. Ha muerto un dictador popular, hablan a favor o en contra, pero en mi mente habla el otro blog, me habla de la gente y sus mejoras sociales, de la lucha del pueblo contra las oligarquías y la gran potencia que ocupa a toda América Latina. Es la lucha de la mentira poderosa contra la débil verdad.

Me levanto del sofá, la televisión esta apagada, en realidad nunca estuvo encendida, me acerco a los folios, me espera la nada de una hoja en blanco. Me siento delante de ella, y comienzo a escribir, a decirle a la gente que tiene una interesante y magnífica oportunidad de acercarse a la realidad de las cosas, y les aconsejo que no la desaprovechen, y les invito a que lean lo que tan bien nos cuenta y escribe Ángel Sánchez Díaz. 

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