El Rincón de Toñín


Hola amiguitos de pbdigital, aquí estamos otra vez, hoy les voy a escribir sobre la cruda realidad, y la rabiosa actualidad, sobre el negro presente y futuro que les espera a nuestros jóvenes, a los que no lo son, e incluso a los que tienen casa con piscina. Soy consciente de que muchos no están para perder su tiempo con banalidades, y que están muy ocupados en otras cosas más interesantes, como pelearse para demostrar quien es más de un país, ciudad, o ¡pueblo!, pero yo soy así, tengo la suerte o la desgracia de tener otras inquietudes y puntos de vista, que pueden o no compartir, sin más, esperando que os guste, y sobretodo que os disguste, os dejo con:

“LOS CHICOS ESTÁN MAL”

Dedicado a la buena gente que camina, como Teresa y Marta “serranas”, que siempre han tenido claro quienes son los buenos y quienes los malos, y siempre han estado, y están, del lado del débil, cosa que no es de extrañar siendo hijas de quien son.

“Has visto a esos chicos reunidos en un bar, busca que te busca en las páginas del Ya. Son miles y miles, sólo piden su lugar, y de cuentos encantados pasan cantidad.
Los años de colegio son un recuerdo ya, buscarse la vida es todo su afán. Estadísticas logísticas hechas con frialdad, no pueden detectar que los chicos estén mal.
La cola del paro no tiene final, peligrosidad social, no podemos elegir, sin oportunidad, los chicos están mal.
¡Atención!, ¡acción!, ven ayudar los chicos están mal.”
                                                                   
                                                                              TOPO

Los últimos datos sobre las cifras del paro son demoledores, nos acercamos peligrosamente a los ¡seis millones!, con una tasa de desempleo juvenil de más del ¡52%!, y con casi ¡dos millones! de hogares en donde no trabaja ningún miembro de la familia.
Las letras de la canción con las que he comenzado este escrito bien podrían denunciar la situación actual, más concretamente la destrucción social y laboral que estamos viviendo a día de hoy en nuestro país.

La canción “los chicos están mal” del grupo Topo fue escrita a principios de los años 80, debido a la crisis económica que se vivía entonces, en donde el partido socialista prometió que iba a crear 700.000 puestos de trabajo en campaña electoral, y luego, una vez alcanzado el gobierno, hizo todo lo contrario, elevar la cifra hasta casi dos millones de parados.

Estos breves datos demuestran que la historia se repite, un partido promete, los ciudadanos se lo creen, un gobierno miente, los ciudadanos pagan las consecuencias.

El actual gobierno, al igual que los anteriores, ha mentido, dijo cuando estaba en la oposición que iba a bajar el paro, y ahora gobernando no lo ha hecho, aseguró que la reforma laboral crearía empleo, y en ocho meses ha destruido 800.000, la mayor parte de ellos de las empresas públicas.
Estadísticas logísticas hechas con frialdad, con calculada frialdad, intentarán dar la vuelta a la tortilla, para demostrar que lo negativo es positivo, pero la cola del paro dirá lo contrario al no tener final, lo que provocará la fractura social, y que los chicos y chicas, pasados sus años de colegio, busquen trabajo (no en el Ya) a través de las diferentes vías de comunicación, no lo encuentren, estén mal y de sueños encantados pasen cantidad.

Esta desesperación permanente nos llevará a los tres de cada cuatro que trabajamos a tener miedo, miedo a perder la ocupación, a protestar, a denunciar los abusos sociales y laborales, nos llevará a creernos lo que nos dicen,  a que odiemos a los parados, a los extranjeros, a los que antes eran más que nosotros y ahora menos, a tener rencor, a buscar la revancha, a alegrarnos de la desgracia del que se lo merecía, nos llevará a olvidarnos de que el mal común es lo peor para nuestro bien particular.

Hay personas que hace años esto lo vieron venir, y lo avisaron, y denunciaron la política del gobierno y los negocios de las entidades financieras, de cómo se estaban saltando la ley dando créditos ilegales para alimentar una enorme burbuja que estaba avocada a explotar.
La explosión ha traído que los que ganaron dinero sigan ganándolo, y que los que lo gastaron, real o ficticio, lo perdieran, y con él su casa, su vida, y su persona, conduciéndonos al desastre de cuatro millones de parados más en menos de cinco años.

Aún así, desde el ejecutivo, demostrando que tienen más cara que una oposición olvidadiza y culpable, se empeñan en convencernos de que en el año 2013 habrá crecimiento, ¿son marcianos o unos auténticos desahogados?, pero qué crecimiento va a haber en un país en donde más del 50% de su potencial, ¡LA JUVENTUD!, no tiene trabajo, en donde la subida de impuestos y recortes han hecho caer el consumo interior en picado y por ende el Producto Interior Bruto del mismo, ¿de dónde van a INGRESAR dinero para nivelar el déficit y pagar la deuda privada que han hecho pública?

Fíjense hasta un tipo como yo, que no sabe de nada, parece que al escribir sobre economía sabe de algo, incluso mucho del tema, y aquí, en este punto, es cuando queda demostrado que nos manipulan y nos controlan con sus mensajes repetitivos y continuos, haciendo que hablemos y pensemos lo que ellos planean y quieren, y es cuando las personas se dan cuenta del manejo, a los que llaman “conspiranoicos”, y nos previenen diciendo la verdad, corroboran que tienen razón.
El tema expuesto en este artículo no debe conseguir que dejemos pasar por alto otros muchos, como por ejemplo el drama de la inmigración, y que la semana pasada en Motril perdieron la vida 23 personas en una patera, lo que indica que aunque estemos mal hay gente en el mundo que esta peor que nosotros, y que al ser humano se le trata como mera mercancía.

Por este motivo, porque sigue muriendo la gente de hambre, entre ellos muchos niños, porque legalmente se venden armas para ganar dinero a costa de muertes de inocentes, porque la mayor parte de los habitantes del planeta sufren explotación, abusos, y represión, no debemos olvidar que nosotros, los ciudadanos del primero mundo, somos los únicos que podemos denunciar todas estas injusticias, y por eso no debemos dejar que acaben con nuestros derechos y nuestras mínimas libertades.
No hay que ser muy listo para atisbar la jugada, el órdago esta en la mesa, y la pérdida de la partida supondrá la destrucción de la masa social librepensadora de los países desarrollados, y la aniquilación de la capacidad de denuncia contra las ansias de riqueza y de poder de los que dominan el mundo.

Ahora más que nunca hay que estar unidos, dejando de lado la competitividad, y darse cuenta de que son ellos o nosotros, protestando, luchando, siempre de modo pacífico, constante, y sin descanso, con ausencia total de cualquier tipo de violencia, que es lo que buscan ellos para justificar su política de represión y reafirmar sus actos inhumanos y antisociales.

Hay pueblos que han conseguido cosas, ¿por qué nosotros no?, sólo tenemos que dejar de pertenecer a una marca determinada, rojo o azul, y ser nosotros mismos, no perder nuestro tiempo insultando a nuestros iguales, los cuales luchan por nuestros intereses y derechos, llamándoles “indignados” y “perro flautas”, ser críticos con aquel que gobierna y exigirle que cumpla con aquello que ha prometido buscando el bien para todos.

Las cosas están mal, es evidente, y se van a poner peor si en vez de ayudar al parado, al jubilado, al desahuciado (hay dos muertos por suicidio, y un intento fallido), a los chicos y chicas que estén mal, aplaudimos a los que nos están agrediendo y esclavizando para tener contentos a sus dueños y amos.

Es el momento de la acción, no hay excusa, convoque quien convoque, hay que protestar si no se está de acuerdo, probablemente se consiga poco, o nada, pero nos quedará el consuelo del pobre, ese gusto que provoca la dignidad, ese aroma que emana del cuerpo cuando uno se sale del rebaño, se aparta de la fila, y busca su propio camino, Santo Tomás lo llamaría ALMA, nosotros lo denominaremos LIBERTAD.


ANTONIO CABRERO DÍAZ. TOÑÍN

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