Acaba
de cumplir su primer año de vida y ya se ha convertido en un referente en la
zona donde se ubica. Ofrece a los clientes menús diarios, los típicos pinchos y
conjuga a la perfección la gastronomía propia del lugar con la española y lo
hace, además, con una sonrisa. Es el restaurante ‘Smail’ que, en la ciudad
rumana de Calinesti, regenta un abulense, Serafín Retana; más concretamente, de
Pedro Bernardo.
Restaurante Smail |
En realidad, tanto el restaurante como otros negocios que
se están desarrollando en esta región de Europa los lleva a cabo Retana &
Gómez Corporation, una empresa que desembarcó en Rumanía en el año 2008, según
explica Serafín Retana, atraída por las inversiones que se estaban realizando
en este país.
Inicialmente, la sociedad urbanizó 20.000 metros
cuadrados de terrenos, dotados de todos los servicios, para después construir
un complejo de hostelería que integra cafetería, restaurante y también una
discoteca. Su inauguración tuvo lugar el 23 de octubre de 2010 y desde
entonces, además, se han comenzado a vender también los terrenos urbanizados,
divididos en parcelas de 600 metros cuadrados.
Al frente de la corporación, en Rumanía, se encuentra
Serafín Retana, de 50 años y natural de Pedro Bernardo, quien asegura que
fueron varias las razones que les hicieron decantarse por este país, como el
capital humano, pues la mano de obra “tiene un nivel de preparación aceptable y
una ventaja relativa en costes”, pero también por la imagen “muy positiva” que
se tiene en este país de España, aunque también se ve “cierto escepticismo”,
por la “numerosa” emigración desde ese país a tierras españolas. Hay dos
millones de rumanos “esparcidos” por toda Europa.
No obstante, Rumanía es miembro de la Unión Europea desde
2007 y presenta unos índices macroeconómicos que apuntan hacia un crecimiento
del país “lento, sólido y sostenible”, lo que “asegura la continuidad de la
prosperidad que está empezando a experimentarse”.
Es decir, “hay mucho por hacer y las primeras empresas
que nos encontramos aquí eso que tenemos ganado”.
Con una sonrisa
Los principales inconvenientes con los que se encontraron los promotores de la iniciativa estuvieron en la burocracia, pues “para todas las actuaciones que se han ido realizando en nuestras propiedades, siempre ha habido que presentar por delante documentación y más documentación”.
Los principales inconvenientes con los que se encontraron los promotores de la iniciativa estuvieron en la burocracia, pues “para todas las actuaciones que se han ido realizando en nuestras propiedades, siempre ha habido que presentar por delante documentación y más documentación”.
Si para otras empresas el principal escollo se encontraba
en la financiación, en este caso el apoyo ha llegado de una entidad como Caja
Duero, según indica este “cucharero”, empleado de una entidad financiera
durante treinta años que, llegado el momento, tuvo que elegir entre velar por
los intereses e inversiones en Rumanía o seguir con su trabajo. “La decisión
costó, pero estoy satisfecho y muy animado por dirigir este gran proyecto”,
afirma.
Relata Serafín Retana que cuando llegó el momento de
hacer todo el desarrollo corporativo y la imagen de las instalaciones, se
encontraron con el dilema de pensar en el nombre que querían poner a la idea,
aunque su hija Ángela dio con él, Smail; es decir, la pronunciación, en inglés,
de la palabra smile: sonrisa.
“Qué mejor forma de recibir a los clientes y agradecerles
su visita y su compromiso con nuestra empresa que con una sonrisa”, indica el
gerente del restaurante, incidiendo en que “nos pasa a todos cuando visitamos
una empresa, un bar, un restaurante… Cuando la persona que nos recibe lo hace
con una sonrisa nuestra actitud cambia; y le dimos un toque un poco más
internacional jugando con el inglés”.
Así, en este establecimiento ofrecen menús de día a
precios competitivos y tanto de comida típica rumana como española, una “gran
variedad” de pinchos en la cafetería y, los sábados, “una buena discoteca, para
que la juventud del entorno disfrute un poco”.
También cuentan con servicio de catering a empresas y
familias, bodas, bautizos, mesas festivas… “Creo que nuestro éxito es ofrecer
un servicio de calidad, en unas buenas instalaciones, modernas y funcionales”,
destaca Serafín Retana, quien también recalca el servicio “diversificado” que
ofrecen, pues, en estos momentos, por ejemplo, están realizando una promoción
para ofrecer cestas de navidad a las empresas españolas que se encuentran en
este país.
Hay que tener en cuenta, en este sentido, que el negocio
se ha ubicado en una ciudad como Calinesti, de 10.000 habitantes, cerca de
Pitesti, la capital de la provincia de Arge, un valle que forma este afluente
del río Danubio y, por lo tanto, “hermoso y fértil”.
“Calinesti es la puerta de acceso a la gran zona rumana
de los Cárpatos, donde se encuentran ciudades como Brasov, Sibiu, Brand…”,
explica Serafín Retana, subrayando que Pitesti es una ciudad muy industrial. De
hecho, en el entorno se encuentran empresas como Dacia, del Grupo Renault, o
Bamesa, del Grupo Aceralia.
En este marco, asegura el director de ‘Smail’ que el
estilo de vida de los rumanos “cada vez se va europeizando más”, lo que “se
agradece”, sobre todo en cuestiones como la restauración. “Hemos apostado por
unas instalaciones de futuro, modernas y funcionales y, con ello, hemos roto un
poquito el molde y lo estamos notando, eso es bueno”.
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